La bruja piruja
se ha caído de un cererzo
y se ha encontrado un alcornoque...
¿que hago yo con semejante tarugo?
Hombre, al menos me hace compañía,
a la Dioni le va peor,
su tarugo no trabaja.
La bruja piruja
, que soy yo,
es madre de dos hijos
bien hechos
y bien derechos,
a veces hasta pienso que amo
al tarugo de su padre,
por haberle sido "fiel"
al menos a sus hijos.
Vanessa es una flor
y Alberto una castaña,
a veces un poco de alcornoque,
como Paco,
cuando erán niños
no paraban...
-Mamá, decía Vanessa,
quiero casarme con Alberto!!!
la niña había salido, medio salida,
¡que le vamos a hacer!
Mi paasdo está en ellos
mi futuro está alli,
se está yendo,
y cada vez me siento menos yo.
Me autorretrato,
y me veo ciega y sola,
y siento respirar a Paco de espaldas
mientras dormimos.
Mis brazos son demasiado grandes para mí,
pero si...
aquí sigo, con la piel divina,
y sigo siendo la bruja piruja.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Estupendo descubrir tu blog... espero más poesía tuya...
Un beso.
Gio.
Publicar un comentario